“No nos importa que publiquen nuestros nombres. Si lo mismo nos van a seguir tiroteando”. De esa manera, Adriana Cruz describió ayer las diferencias que existen entre su familia y el denominado Clan Toro. Las fuentes oficiales consultadas por LA GACETA sostienen que entre estos grupos familiares, que viven en Villa 9 de Julio, existe una disputa por la venta al menudeo de drogas. Pero la familia Carrión, a la cual pertenece Cruz, niega esa acusación, y asevera que ellos no están vinculados con la comercialización de estupefacientes.
Las fuentes consultadas afirman que los Carrión, de igual manera que el Clan Toro, tienen familiares con antecedentes penales. Incluso Raúl Enrique Carrión fue de los integrantes de la Banda de la Gruta. Un grupo delictivo que en julio de 2009 intentó matar a tres empleados de una empresa financiera en la playa de estacionamiento del aeropuerto Benjamín Matienzo para robarles U$S 50.000. (Ver “El problema...”)
“No somos un clan ni vendemos droga. Son ellos (por los Toro) los que andan en esa. Después usan la plata que ganan para que no los metan presos. Ni los fiscales ni la Policía les hacen nada. Los vecinos tienen miedo de hablar pero nosotros decidimos hacerlo porque ya nos arruinaron la vida”, agregó Cruz.
Esta familia estuvo involucrada en un tiroteo perpetrado el pasado 26 de diciembre en el pasaje Vicente López al 1.400, ubicado a la altura de López y Planes al 500. En esa balacera, según la versión de los Carrión, algunos de los integrantes del Clan Toro les dispararon con armas de grueso calibre.
Dos jóvenes heridos
En esa ocasión, un adolescente de 14 años y otro de 17 fueron heridos.
El menor de estos jóvenes perdió el ojo derecho al recibir un balazo, mientras que el otro recibió cinco disparos que le causaron heridas de menor consideración. Para la Policía, este tiroteo fue un enfrentamiento entre bandas por una disputa de territorio. Pero los Carrión dijeron que no respondieron el fuego.
“Todas las veces que nos disparan los denunciamos en la (seccional) 10ª, pero nunca los detienen. Ya estamos cansados. Esto va a terminar de la peor manera porque ya estamos cargados de odio. Es cierto que mi hijo (por Raúl Carrión) estuvo preso por robo. Pero ni él ni nosotros estamos metidos con la venta de drogas”, dijo a su vez Gladys Carrión.
Entorno a esta cruenta disputa entre familias, Gladys se refirió al armamento que tendría en su poder el supuesto clan narco con el que están enfrentados.
“El día que balearon a esos chicos estos tipos estaban tomando en la esquina de mi casa (ubicada en Vicente López al 1.400) después vinieron con pistolas 11.25 (considerado un calibre de guerra) y ametralladoras, y comenzaron a disparar contra todos los que estaban en la vereda. Lo que pasa es que se toman y se creen que son los dueños de todo”, concluyó.
Víctimas colaterales
Villa 9 de Julio es uno de los barrios más populosos de la capital. En el servicio de Whatsapp de este diario en reiteradas ocasiones se reciben denuncias anónimas en las que los vecinos reclaman que se ponga fin a los reiterados tiroteos perpetrados en esa zona.
María Tévez, una vecina que decidió hablar, dijo que su hijo de 23 años está internado a causa de una de estas balaceras. Además deslizó que la persona que le disparó integraría el grupo de los Toro. “El 12 de diciembre (pasado) en Blas Parera y Luis F. Nougués uno de estos tipos le disparó sin razón y sin mediar palabras. Esto es un descontrol”, remarcó.
El resto de los vecinos que se acercaron para escuchar la entrevista ni siquiera quisieron hablar.